viernes, 27 de mayo de 2011

Nada más

Un fino haz de luz aparece iluminando botellas de whisky entre montañas de ropa arrugada. Carlos se despierta a causa del calor, aguantando el ruido del silencio que hay en la habitación.
Son las 8:17.
Con la mirada cansada, se da cuenta que está en su habitación, más desordenada que de costumbre. [...] A tientas consigue coger una camiseta limpia y unos pantalones para poder vestirse antes de salir de ahí.
Entre el desorden consigue abrir la ventana y observar cómo es la vida de algunos de sus vecinos a esas horas.
[...]
Tras pulsar el interruptor de la luz y esperando a que el dichoso fluorescente deje de parpadear, Carlos busca en el frigorífico algo para quitarse el mal sabor de la noche anterior y algo con lo que combatir la resaca. [...]
Se escuchó un sonido extraño en el pasillo, pero Carlos pensaba que era el fuerte viento que había al haber dejado abierta la ventana de su habitación. Fue hacia ella para ordenarla y tratar de recordar algo de la noche anterior.
Nada más entrar vio que no era normal tener botellas de bebidas alcohólicas esparcidas por el suelo, además de tener en la lámpara del techo ropa interior colgando.
[...]
En media hora aproximadamente, Carlos terminó de limpiar toda la suciedad que habitaba en ese espacio tan pequeño, a pesar del olor a sudor y a los aromas mezclados de alcohol, se podría decir que se quedó limpio.
Otro sonido se escuchó fuera de la habitación, ésta vez más cerca.[...]
Con la poca sangre fría que tenía en ese momento, intentó abrir la puerta con cuidado, pero estaba cerrada. Un segundo después de ese intento fallido, paró de salir agua del grifo y se podía escuchar como la persona que había tras esa puerta empezaba a girar el pequeño picaporte. [...] Las respiraciones eran cada vez más cortas y repetidas, igual que después de un susto, pero el momento de éste aún no había llegado. Los mareos volvieron y Carlos apenas se podía mantener en pie, apoyó la espalda en la pared de detrás y así no caer al suelo. La puerta se abría lentamente mientras en su mente se dibujaba una silueta, grandes formas, detalles vacíos, un último suspiro le hizo ver la oscuridad y escuchar el silencio. [...]

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